domingo, 6 de septiembre de 2009

Creencias Erroneas sobre Adelgazar

Parece un consejo muy evidente y sencillo, pero no lo es. Cada uno tenemos solamente una vida, que hemos de vivir con el cuerpo que vemos todas las mañanas reflejado en el espejo.

Debemos por ello decidir qué hacer para cuidarlo, y mantener esas decisiones con independencia de lo que opinen o deseen los demás.

Mientras nos esforzamos por adelgazar, cuántas veces nos han dicho otras personas frases como: "¿Pero vas a despreciar mi postre?" o "Mejor, empieza mañana tu régimen". Pues es entonces cuando debes ser tú mismo y exigir con firmeza a los demás que respeten tus decisiones porque tu cuerpo es muy importante para ti: es el soporte de tu vida.

¿El agua o la sal engordan? ¿Para adelgazar hay que olvidarse del pan? ¿No hay que picar entre horas?... El adelgazamiento es un tema muy popular y está lleno de mitos. Veamos algunos de los más importantes (y a veces, incluso peligrosos), que ha desmontado la ciencia.

Para adelgazar hay que hacer una sola comida al día.

Falso.
Hay que hacer desayuno, comida y cena, intercalando tentempiés.

La fruta no engorda.

En general, engorda menos que otros alimentos, pero hay algunas frutas que sí engordan bastante, como los higos o los plátanos.

Hay alimentos que adelgazan, porque "se comen la grasa" o porque se gasta más energía en digerirlos que la que dan.
No es cierto.
Todos los alimentos engordan, aunque, como se sabe, unos más que otros.

Las vitaminas engordan.

No sólo no engordan (por sí mismas), sino que son fundamentales para nuestra salud. Otra cosa es que un alimento con vitaminas engorde, pero no engordará por ellas, sino por su contenido en grasas, hidratos o proteínas.

Para adelgazar, conviene no comer pan.

No es cierto, pues el pan aporta nutrientes importantes, como hidratos, fibra, proteínas y ciertos minerales. Lo que sí puede ser conveniente es reducir la cantidad ingerida, pues también aporta calorías, como es sabido.

Las bebidas con gas engordan.
Si engordan, será por el azúcar que contienen, pero no por el gas, aunque éste sí que puede producir otros efectos indeseables, sobre todo en los niños, como hinchazón del estómago o flatulencia.

No se debe comer entre horas,
pues una determinada ingesta a media mañana engorda más que durante la comida. Engorda lo mismo. Lo que sí puede ocurrir es que se escojan para "picar" productos más engordantes y menos sanos que los que se toman en la comida.


Ya lo hemos tratado en otros artículos. No sólo no aporta ni una caloría, sino que es conveniente y beneficioso tomarla en abundancia, al menos dos o tres litros al día. Además, llena el estómago y da sensación de saciedad. Por otra parte, es indiferente el momento en que se tome, y si es durante la comida o entre horas.
El agua engorda
.

La mayoría de las dietas recomiendan beber mucha agua, unos dos litros diarios, pero hasta ahora no se había demostrado que, aparte de un efecto depurativo, ello tuviese algún resultado sobre la reducción de peso. La investigación se realizó sobre 14 personas de peso normal, la mitad hombres y la mitad mujeres, que bebieron el agua bajo estricta observación científica.

A los 10 minutos de beber medio litro de agua, los índices metabólicos de los sujetos estudiados, tanto en los hombres como en las mujeres, reflejaron un aumento de la quema de calorías que alcanzó un nivel máximo del 30% a los 30-40 minutos, comenzando luego a descender hasta alcanzar su nivel normal al cabo de varias horas.

Según el equipo dirigido por Michael Boschmann, del centro de investigación clínica Franz-Volhard de Berlín, este efecto, aunque real, no deja de ser modesto, por lo que el aumento de consumo de agua sólo debe ser considerado como un factor coadyuvante más en el marco de un plan de adelgazamiento serio. Los investigadores estiman que una persona que aumentase su consumo de agua en 1,5 litros diarios (incremento éste muy elevado), al cabo de un año habría quemado unas 17.400 Kilocalorías suplementarias, lo que supondría una pérdida de peso de 2 kilos aproximadamente. Esto es: aumentar el consumo de agua en 6 vasos supone quemar 48 Kcal más.

Este estudio descarta la creencia ampliamente arraigada entre personas a régimen, de que beber mucha agua adelgaza porque elimina grasas del organismo.

Si se abandona temporalmente un régimen, hay que comenzarlo de nuevo desde cero.
No es cierto, pues basta con continuarlo, aunque no hay que despreciar los perjuicios producidos durante el abandono.

Sudar adelgaza.
La costumbre de hacer ejercicio con ropa que transpire poco o muy abrigados, para sudar más, es equivocada e incómoda. Se pierde más peso, es cierto, pero sólo de agua, que se recupera en cuanto se bebe lo necesario. Únicamente el ejercicio realizado nos hace quemar calorías, con independencia de que se sude mucho o poco.

A partir de los 40 ó 50 es inevitable engordar.
No es verdad; lo que ocurre es que baja el metabolismo. Si seguimos comiendo lo mismo y además reducimos la actividad física, engordaremos inevitablemente. Por eso hay que comer en cada edad lo necesario, pero no más.

La sal engorda.
Tomarla en exceso produce elevación de la tensión arterial, y por eso conviene reducir su ingesta. Respecto al peso, hace que retengamos más agua, pero ésta no engorda.

Los hidratos engordan mucho.
Por unidad de peso engordan algo menos que las proteínas, y mucho menos que las grasas.

Para adelgazar hay que pasar hambre.
No es ni necesario ni conveniente, pues el hambre puede producir un efecto de rebote, y podemos tender a "darnos el atracón" tras pasar hambre. Otra cosa es la "gula", que sí habrá que controlar, sobre todo por ciertos alimentos que nos apetecen pero no nos convienen.


La utilización de anticonceptivos orales tiene variados efectos secundarios, pero no aumento de peso, así que podremos optar por estos métodos (a expensas del criterio médico) sin temor a engordar.
Uso de anticonceptivos
,engorda?

Una amplia serie de estudios de la Universidad de Leiden (Holanda) y de la Family Health International (USA), podría acabar con una de las más arraigadas creencias entre las mujeres, hasta el punto de ser la principal causa para no utilizar este tipo de anticonceptivos, ya sean orales o en parche. Según la revista "Obstetrics and Gynecology", en algunos de estos estudios se comparó la evolución del peso de dos grupos de mujeres, uno que utilizó anticonceptivos orales, y otro grupo de control que tomó placebos, sin que se pudiera observar diferencia alguna de peso entre las integrantes de ambos.

La razón de la amplia aceptación de la idea, desmentida por estos estudios, de que utilizar anticonceptivos orales engorda, quizá esté en el hecho de que en algunas pacientes puede producirse una discreta retención de agua en el organismo al comienzo del tratamiento. Por otra parte, puede aumentar la confusión la contraindicación existente en el uso de estos anticonceptivos en el caso de mujeres con serio sobrepeso (en torno a un 50 % más del peso ideal), pero esto no significa, ni mucho menos, que su uso produzca este sobrepeso.

En todo caso, habrá que seguir el criterio médico a la hora de decidirse por uno u otro método anticonceptivo, pero no podremos alegar razones de mantener la línea.


Si bien en torno a un treinta por ciento de los casos de obesidad tienen base genética, para que se manifieste dicha obesidad deben darse también ciertos hábitos o comportamientos. La identificación de los factores genéticos que concurren en cada individuo puede ayudar en la terapia para tratar su obesidad, orientando acerca de qué comportamientos debe modificar.
La obesidad se hereda.

Recientes investigaciones dirigidas por Alfredo Martínez, Catedrático de Nutrición de la Universidad de Navarra, indican que, si bien muchos casos de obesidad tienen su causa en ciertos defectos genéticos, para que se manifieste dicha obesidad deben darse también determinadas conductas, como vida sedentaria, ingesta excesiva de grasas, y otras. Esta diferencia genética explicaría la razón de que haya personas que comen poco y engordan, mientras otras comen de todo y se mantienen delgadas.

La importancia de estas investigaciones radica en que abren una vía para mejorar el tratamiento de la obesidad de cada paciente, según su perfil genético. Por ejemplo, se ha demostrado que la alteración de un determinado gen (receptor adrenérgico beta 2) hace que la persona que sufre dicha alteración engorde si no hace ejercicio con regularidad. Si identificamos, pues, este defecto genético en un determinado paciente obeso, deberemos resaltar en su tratamiento le realización de ejercicio, por encima de la limitación de la ingesta de grasas, por ejemplo, ya que la causa principal de su obesidad sería la falta de ejercicio.

Igualmente, y por lo que respecta a la metabolización de los distintos nutrientes, la base genética hace que cada persona metabolice de forma diferente las proteínas, los hidratos y las grasas. Conocida esta información genética, podría recomendarse a cada paciente que limitara la ingesta, preferentemente, de uno de estos tipos de nutrientes, por ser el que más le perjudicaría en el tratamiento de su obesidad. Así por ejemplo, ya se ha demostrado que ciertas personas que sufren una mutación en el gen PPAR deben limitar la ingesta de grasas, de forma preferente a otros hábitos, para tratar su obesidad de forma más efectiva.

De cualquier manera, es mucho lo que queda todavía por investigar, pues hasta el momento se han identificado más de 300 genes (de los 30.000 que componen el genoma humano) relacionados con la obesidad: apetito, termogénesis, depósito de grasa, etc.


A igualdad de calorías, la capacidad de saciar de los distintos alimentos no es la misma; si escogemos los que más sacian, la ingesta total de calorías será menor.
Más calorias, más saciedad?

Mucha gente piensa que la capacidad de saciar de los alimentos es relación directa de su contenido en calorías, y que por ello es indiferente comer uno u otro porque los que menos engordan sacian menos y comeremos más cantidad de ellos, hasta consumir una cantidad similar de calorías.

Sin embargo, recientes investigaciones indican lo contrario: a igualdad de calorías ingeridas, unos alimentos sacian más que otros. De esto se deduce que hay alimentos poco convenientes para mantener la línea, pues sacian menos. Con ellos, tenderemos a ingerir más calorías, pues en general comemos hasta alcanzar un determinado nivel de saciedad.

En un experimento, diversas personas de ambos sexos tomaron la misma cantidad de calorías de distintos alimentos, y se valoró a continuación cada 15 minutos la sensación de saciedad que experimentaban. Se comprobó así que los alimentos que más sacian (recordemos, a igualdad de calorías) son aquellos ricos en proteínas (pescado, carne, legumbres). A continuación, también con una alta capacidad de saciar, los abundantes en fibra, hidratos y agua: frutas, verduras, arroz, pasta y pan. Por último, los que menos sacian son los ricos en grasas: bollería, galletas y similares.

De lo anterior podemos sacar importantes enseñanzas prácticas en orden a mantener la línea, pues parece evidente que, respetando siempre la necesaria variedad alimenticia que nos garantice una nutrición saludable, es preferible consumir más proteínas, fibra e hidratos y menos grasas, pues aquellos nos saciarán más y al final tomaremos menos calorías.

domingo, 23 de agosto de 2009

Bebidas que Pueden arruinar su Dieta

Algunos expertos ofrecen recomendaciones para evitar ciertas bebidas y elegir las más saludables en temporada de verano

Sin saberlo, usted puede estar bebiendo cientos de calorías indeseables cada día.

"Aunque no lo crea, más de un 20% de las calorías diarias vienen de las bebidas que tomamos", dice la doctora Susan Aaronson, coordinadora de la División de Fomento de la Salud de la Universidad de Michigan. "De hecho, la Organización Mundial de la Salud recomienda que la gente consuma sólo un 10% de las calorías en líquidos. Por lo tanto, esas calorías adicionales de bebidas contribuyen a la epidemia de obesidad en Estados Unidos, haciendo más difícil perder peso".

Según el Sondeo y Examen Nacional de Salud y Nutrición, alrededor de 136.5 millones de estadounidenses sufren de sobrepeso. De ellos, alrededor de 64 millones son obesos.

Para millones de estadounidenses que intentan perder peso excesivo, la solución puede estar no en lo que comen, sino en lo que beben, puntualiza Aaronson. La especialista ofrece los siguientes consejos para ayudarle a elegir bebidas saludables entre las gaseosas, las isotónicas, zumos de fruta y la leche.

Gaseosas

"Estas bebidas están llenas de azúcar y calorías vacías, lo que las convierte en uno de los factores más importantes que contribuyen al problema de la obesidad en Estados Unidos", dice Aaronson. "Si usted elige eliminar una lata de gaseosa por día —que contiene alrededor de nueve cucharadas de té de azúcar— puede perder una libra por mes; en un año puede perder hasta 15 libras".

Además, porque no tienen ningún valor nutritivo, llenarse con gaseosas previene la obtención de calorías de fuentes que contienen vitaminas y minerales esenciales. Ahora, si usted no puede vivir sin gaseosas, Aaronson recomienda beber gaseosas de dieta o dejarlas sólo para ocasiones especiales.

Jugos de frutas y vegetales

¿Bebe usted zumos de fruta u otra bebida descrita en la etiqueta como "bebida de fruta"? La diferencia puede resultar en calorías adicionales y pocos nutrientes, dice Aaronson.

"Lea la etiqueta cuidadosamente", advierte la experta. "Si la etiqueta dice que fue ‘hecho con jugo de fruta auténtico’, puede incluir menos de un 10% de jugo ‘real’ y tener alrededor de siete cucharadas de té de azúcar. Las mejores bebidas de zumos son las que llevan una etiqueta que dice que contienen un ‘100% de zumo’" .

Los padres deben ser especialmente cuidadosos sobre cuántas cajitas de jugo le permiten tomar diariamente a sus hijos. Sólo una cajita individual de zumo contiene cien calorías y cuatro de ellas son un cuarto del total de las calorías diarias que un niño debe consumir.

Aaronson recomienda limitarse a una porción o cinco onzas de zumo al día. El resto de sus porciones de frutas y vegetales diarios deben venir de porciones verdaderas. Las frutas y vegetales reales contienen la fibra necesaria para su organismo, que no se encuentra en los jugos.

Leche

Elegir leche de bajas calorías le puede ayudar a reducir cientos de calorías diarias. La leche también contiene nutrientes fundamentales como calcio, proteína, vitamina D y vitamina A que no encontrará en otras bebidas. Además se recomienda que consuma tres porciones de productos lácteos por día.

Para aprovechar lo mejor de la leche, Aaronson recomienda elegir una con 1½% de grasa, o leche enteramente descremada. Con estas opciones el cuerpo recibe los nutrientes que necesita sin las calorías ni la grasa adicionales.

Bebidas isotónicas

A pesar que las bebidas isotónicas vuelven a llenar el organismo con electrolitos que ayudan a retener líquido y permanecer hidratado, aún contienen muchas calorías, la mitad o un tercio del azúcar que tienen las bebidas gaseosas.

"Si programa ejercitarse continuadamente, más de una hora, las bebidas deportivas son para usted", explica Aaronson, y agrega que no encontrará demasiado valor nutritivo en las bebidas energéticas.

Alcohol

Si usted ha programado una velada con cena y bebidas alcohólicas, recuerde que puede tener el equivalente a toda una comida sólo con bebidas, antes de haber empezado a comer.

Un vaso promedio de vino tiene alrededor de cien calorías y una cerveza de 12 onzas contiene aproximadamente 150 calorías.
Según Aaronson, no es raro que un trago mixto tenga alrededor de 300 calorías, por lo tanto, limitar el número de tragos consumidos antes de la cena va a contribuir a su silueta.

Agua

Entonces, ¿cuál es la bebida ideal para calmar la sed? Es incolora, inodora, no tiene sabor, es refrescante y constituye más de la mitad de la masa del cuerpo: el agua.

"Una persona puede consumir solamente agua y estar bien, mientras complemente su dieta con fuentes de comida que contengan calcio y otros nutrientes que se pueden encontrar en bebidas como leche y jugo , explica Aaronson.

En general, un 80% de las calorías líquidas deben venir del agua, dependiendo del peso de la persona y de la manera en que vive. Esto quiere decir que un adulto promedio debe tomar entre cuatro a seis tazas de agua al día, que deben ser complementadas con leche y zumo, hecho con un 100% de fruta para lograr los requisitos totales de líquidos diarios.

Otra opción es beber agua fortificada con vitaminas. Sin embargo, Aaronson advierte que si consume una dieta sana, no hay razón para beber vitaminas en forma líquida.

"La próxima vez que usted piense meterse en el refrigerador en buscar de una gaseosa, ahorre el dinero y las calorías y busque el grifo de agua"

lunes, 17 de agosto de 2009

Dieta rica en Fibras (Laxante)

(2.700 Cal.: 84 grs. de proteínas, 132 grs. de grasas, 318 grs. de carbohidratos y 26 grs. de fibra dietética)

Día 1
Desayuno 200 cc de leche (con té o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral, 20 grs. de margarina, 75 grs. de mermelada de ciruela.
Comida Judías verdes (300 grs.) con 100 grs. de tomate 100 grs. de carne de vaca.
100 grs. de espárragos con mayonesa (2 cucharadas).
Manzana.
Merienda 200 cc de leche (con te o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral con mermelada (75 grs.).
Cena Consomé con cuadraditos de pan frito (25 grs.).
Ensaladilla (2 huevos cocidos, guisantes, zanahorias y aceitunas).
Yogur con miel.
Antes de acostarse ...

Día 2
Desayuno 200 cc de leche (con té o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral, 20 grs. de margarina, 75 grs. de mermelada de ciruela.
Comida Sopa juliana.
100 grs. de ternera con 100 grs. de patatas fritas.
Ensalada de lechuga y tomate.
Fruta (uvas).
Merienda 200 cc de leche (con té o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral con mermelada (75 grs.).
Cena puré de patatas (300 grs.) con margarina (20 grs.).
150 grs. de pescadilla rebozada. (1 huevo y 25 grs.de harina).
Fruta (melón).
Antes de acostarse ...

Día 3
Desayuno 200 cc de leche (con te o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral, 20 grs. de margarina, 75 grs. de mermelada de ciruela.
Comida Lentejas (30 grs. en seco).
Dos huevos (fritos o en tortilla española con 100grs. de patatas).
Fruta fresca o frutos secos (higos, pasas, dátiles.).
Merienda 200 cc de leche (con té o café) con azacar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral con mermelada (75 grs.).
Cena Verdura variada (300 grs.) con margarina (20 grs.).
150 grs. de pollo asado con guisantes y zanahoria.
Manzana asada y miel.
Antes de acostarse ...

Día 4
Desayuno 200 cc de leche (con té o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral, 20 grs. de margarina, 75 grs. de mermelada de ciruela.
Comida Acelgas (300 grs.).
150 grs. de chuleta de cordero con 100 grs. de patatas asadas.
Ensalada (lechuga, tomate y aceitunas).
Fruta o compota de ciruela.
Merienda 200 cc de leche (con te o café)con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral con mermelada (75 grs.).
Cena Espinacas (300 grs.) con 30 grs. de jamón picado y margarina (20 grs).
Croquetas (2 huevos, 100 grs. de harina y 125 grs. de leche).
Yogur con miel.
Antes de acostarse ...

Día 5
Desayuno 200 cc de leche (con te o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral, 20 grs. de margarina, 75 grs. de mermelada de ciruela.
Comida puré de patata (300 grs.).
170 grs. de merluza con 2 cucharadas de mayonesa.
Ensalada de remolacha.
Merienda 200 cc de leche (con té o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral con mermelada (75 grs.).
Cena Sopa de tapioca espesa (30 grs. en seco).
Tortilla de espárragos (con dos huevos).
50 grs. de queso.
Fruta.
Antes de acostarse ...

Día 6
Desayuno 200 cc de leche (con té o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral, 20 grs. de margarina, 75 grs. de mermelada de ciruela.
Comida Berenjenas rebozadas (con 1 huevo y 25 grs. de harina).
Besugo al horno (170 grs.).
Ensalada de lechuga y tomate.
Uvas.
Merienda 200 cc de leche (con té o café) con azúcar (2cucharadas).
50 grs. de pan integral con mermelada (75 grs.).
Cena panaché de verduras con 20 grs. de margarina, 100 grs. de jamón York con 1 huevo escalfado y 100 grs. de patatas fritas.
Fruta (uvas).
Antes de acostarse ...

Día 7
Desayuno 200 cc de leche (con té o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral, 20 grs. de margarina, 75 grs. de mermelada de ciruela.
Comida panaché de verduras (espárragos, alcachofas, guisantes y zanahorias).
Dos cucharadas de mayonesa.
150 grs. de filete empanado y 100 grs. de patatas fritas.
Manzana asada.
Merienda 200 cc de leche (con té o café) con azúcar (2 cucharadas).
50 grs. de pan integral con mermelada (75 grs.).
Cena Puré de patatas (300 grs.) con margarina (20 grs.).
150 grs. de pescado rebozado (1 huevo y 25 grs. de harina).
Ensalada de lechuga y tomate.
50 grs. de queso.
Fruta.

domingo, 16 de agosto de 2009

Dieta del pan y mantequilla

Lo más difícil de mantener una dieta es que siempre hay algo que nos tienta, que hace flaquear nuestra voluntad, y provoca la ruptura del régimen.

Esta dieta tiene la gran ventaja de que no hay que pasar hambres, e incluye comidas ricas que podrían ser prohibitivas. El rango de peso perdido es de 2 a 3 kilos por semana, y se puede hacer durante el tiempo que se desee, aunque se recomienda siempre la supervisión del médico.

Consiste en un sencillo plan rotativo de cinco días que no presenta efectos secundarios y que elimina la urgencia de comer, puesto que no se ha dejado de hacerlo. Al sexto día, se vuelve a iniciar la dieta, en el Primer Día y se repite todo otra vez.

La gran ventaja de esta dieta es que no se vuelve monótona, pues todos los días se come algo diferente.

Su diseño básico de 4 unidades de frutas, 5 de pan, 6 de carne, 2 de leche descremada, 3 de grasa y 3 unidades de vegetales, garantiza una alimentación balanceada baja en calorías.

Primer Día

Desayuno:
1/2 toronja, 1 huevo revuleto, 1 tostada de pan integral, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, café o té sin azúcar y sin leche.

Almuerzo:
1/2 taza de atún enlatado en agua, 1 tostada de pan integral, 1 cuchardita de mantequilla o margarina, ensalada de lechuga fresca, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1 taza de leche descremada, 12 uvas grandes y refresco dietético (sin azúcar).

Cena:
90 gramos de carne asada, 1 tostada de pan integral, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, 1 papa pequeña hervida, perejil picado, ensalada de lechuga fresca, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1/2 taza de brocoli, 1 manzana pequeña asada*, 1 taza de leche descremada y café o té sin leche ni azúcar.

Segundo Día

Desayuno:
1/2 taza de jugo de naranja, 1 huevo frito en agua, 1 tostada de pan de centeno, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, café o té sin azúcar y sin leche.

Almuerzo:
1/2 taza de requesón, 1 tostada de pan integral, 1 cuchardita de mantequilla o margarina, ensalada de lechuga fresca y tomate, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1 taza de yogur, 1 mandarina y refresco dietético o café (sin azúcar).

Cena:
Pinchos de carne asada: 90 gramos de cordero cortado en cubos, 2 hongos grandes, 2 rodajas de tomate, y dos rodajas de cebolla, todo alternado en el pincho. 1/2 taza de arroz al curry, ensalada de lechuga fresca, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1 tostada de pan integral, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, 1/2 toronja, 1 taza de leche descremada y café o té sin leche ni azúcar.

Tercer Día

Desayuno:
1/2 banano pequeño, 1 huevo duro, 1 tostada de pan integral, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, café o té sin azúcar y sin leche.

Almuerzo:
60 gramos de carne molida al horno, medio pan de hamburguesa, rodajas de pepinillo encurtido, 1 taza de hongos dorados en 1 cuchardita de mantequilla o margarina, ensalada de lechuga fresca y tomate, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1/2 taza de trozos de piña fresca, 1 taza de leche descremada y refresco dietético o café (sin azúcar).

Cena:
90 gramos de hígado horneado, 1/2 taza de puré de papas, 1/2 taza de tomates, ensalada de lechuga fresca, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1 tostada de pan integral, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, 10 cerezas enlatadas sin azúcar, 1 taza de leche descremada y café o té sin leche ni azúcar.

Cuarto Día

Desayuno:
1/2 taza de jugo de tomate, 1 tostada francesa hecha con una rebanada de pan, 1 huevo batido y 1 cucharada de leche descremada, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, 1 cucharada de almíbar de arce (jarabe), café o té sin azúcar y sin leche.

Almuerzo:
Emparedado sin tapa hecho con 60 gramos de pavo en lonjas, rodajas de cebolla, tomate y lechuga, 1 cucharada de salsa de arándano, 1 tostada de pan integral, 1 cuchardita de mantequilla o margarina, ensalada de lechuga fresca y tomate, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1 taza de yogur con 1/2 taza de fresas frescas o congeladas, refresco dietético o café (sin azúcar).

Cena:
1 pechuga de pollo asada, ensalada de lechuga fresca, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1 tostada de pan integral, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, 1/2 taza de zapallitos con cebolla, 1/2 taza de espinacas, gelatina con 1/2 taza de coctel de frutas enlatado, 1 taza de leche descremada y café o té sin leche ni azúcar.

Quinto Día

Desayuno:
1/2 taza de salsa de manzana, 1 huevo revuelto, 1 tostada de pan moreno, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, café o té sin azúcar y sin leche.

Almuerzo:
Emparedado sin tapa hecho con 60 gramos de queso, 1 rodaja de pan francés, 1 tomate en rodajas 1 cuchardita de mantequilla o margarina, 1 cucharadita de tocino tostado. Ensalada de lechuga fresca, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1 cucharada de pasas o 1 manzana, refresco dietético o café (sin azúcar).

Cena:
90 gramos de ternero asado, ensalada de lechuga fresca, 1 cucharadita de aderezo bajo en calorías, 1 tostada de pan integral, 1 cucharadita de mantequilla o margarina, 1/2 taza de vegetales mixtos, 4 espárragos, 3/4 de taza de fresas frescas o congeladas, 1 taza de leche descremada y café o té sin leche ni azúcar.

* Notas:

1. La manzana asada se hace quitándole el centro, poniéndola en un molde de hornear, y bañándola con 1 taza de refresco de dieta rojo y se hornea a 176 centígrados por 45 centímetros.

2. Si sigues esta dieta puedes utilizar cualquier tipo de lechuga, y puedes agregar rábanos y pepinos frescos a la ensalada.

3. Si no cuentas con el aderezo, puedes ponerle aceite de oliva y vinagre a la ensalada, pero deberás eliminar la mantequilla de ese día.

4. Si quieres freír algún alimento, tendrás que hacerlo en un sartén de teflón, sin usar nada de grasa.

5.La mantequilla es para ponerla en el pan. Si prefieres puedes ponerle la mantequilla a los vegetales y no al pan algún día.

6. Puedes tomar los siguientes refrigerios:

Primer Día: 1 manzana pequeña, 4 galletas de soda, 1 refresco de dieta.

Segundo Día: 1 naranja pequeña, 25 bizcochos secos pequeños, refresco de dieta.

Tercer Día: 1/3 de taza de jugo de manazana, y una galleta grande.

Cuarto Día: 1 mandarina pequeña, 2 galletas de soda, refresco de dieta.

Quinto Día: 1/2 toronja y tres galletas.


domingo, 9 de agosto de 2009

Dietas de las Frutas


Se puso de moda a principios de los años 70, con el nacimiento de las filosofías hippies y contestatarias. Su base es el consumo de pomelo o piña, alternando con otros alimentos.

Duración: una semana
Kilos perdidos: de dos a tres .

Para quién no: personas con infección urinaria o diabetes.
Durante tres días a la semana sólo se puede comer pomelo o piña, en zumo o fruta. Los cuatro días restantes se permite una alimentación variada, con carne, pescado, huevos y ensalada, guisados con muy poco aceite. El pomelo (o la piña) se debe incluir como postre. No se puede tomar azúcar, alcohol ni bebidas carbónicas.

Ventajas:

Adecuada para personas caprichosas en su forma de comer. Rica en vitamina C.

Inconvenientes:
No se debe prolongar más de siete días, al tratarse de una dieta de pocas calorías. El peso perdido se ecupera con facilidad, ya que se pierde mucho agua. Se trata de una dieta de semiayuno. El pomelo es muy rico en vitamina C, pero un kilo sólo aporta 370 calorías, es ya por debajo de las mínimas ecesarias.

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